La Argentina contracultural, la selección que desatendió la lógica desde su concepción, rompe tradiciones malditas.
Muletillas, mandatos y preconceptos.
Luego de conquistar Qatar, supo que afrontaría un gran desafío: es muy difícil tener hambre después de comer.
¿Cómo sostener el impulso ganador cuando ya se sacó membresía en el club de la gloria eterna? Desde el miedo, esa espuela que activa el orgullo, la vergüenza y la ambición.
El miedo paraliza o envalentona, y esa es la bisagra para hacer historia.
El campeón del mundo sabe que, irremediablemente, el encanto se terminará, pero se empeña en extender la luna de miel.
Y lo logra.
También por eso es extraordinario: se escapa de lo corriente y reescribe manuales..